Drama en el que un joven sordomudo empieza a surfear acompañado por su novia en una playa de Japón. Que los dos protagonistas de la película sean sordomudos ayuda a prolongar los largos silencios y a expandir la contemplación del fluir del tiempo. La excelente banda sonora de Joe Hisaishi, colaborador habitual de Titano, se vuelve un apoyo imprescindible de las imágenes.