Comedia en la que un teniente ingenuo se convierte en amante de la zarina Catalina la Grande de Rusia en el siglo XVIII. Preminger se hace cargo de un film de Ernst Lubitsch (basado en una obra teatral que Lubitsch ya había adaptado durante el período mudo), pero demuestra no tener el mismo toque. En sus manos las insinuaciones y doble sentidos de los diálogos se vuelven redundantes y el carácter de los personajes es un poco rudimentario y maniqueo.