Quinta parte de A Nightmare on Elm Street (1984) en la que una joven embarazada empieza a sufrir pesadillas de Freddy Krueger a través de su hijo en el pueblo de California. En manos de Hopkins el horror adquiere una estética de videoclip. A favor el film tiene la descripción de lugares y atmósferas fantásticas. En contra, la ausencia de un mínimo hilo conductor de la trama. Lo peor termina siendo los infantilismos de las secuencias de asesinato. La primera aparición de Freddy Krueger se asemeja a la presentación de una celebridad. La ambientación es un poco más oscura que los capítulos anteriores porque el film se desarrolla más en los sueños que en la realidad. La trama incluye un pasaje en una clínica psiquiátrica y una breve aparición de Amanda Krueger, la madre del asesino.