Secuela de A Nightmare on Elm Street (1984) en la que una nueva familia se muda a la casa de Nancy Thompson y un adolescente empieza a tener pesadillas en el pueblo ficticio de California. La película va en otra dirección que el original. Esta vez Freddy intenta posesionarse de un joven. El guión juega con la idea de que puede aparecer en la realidad. La película tiene tics más de casa encantada. El problema es que las pesadillas pierden el toque malsano e importancia en la trama. Es una lástima porque la valentía para plantear el tema de la homosexualidad como miedo de fondo y las resoluciones visuales fantásticas siguen siendo originales: la secuencia del colectivo en el principio.