Drama en el que una cantante pop británica recibe la visita de un antiguo productor acompañada de una adolescente que todos dan por sentado que es su nueva pareja en una isla de Sicilia. Guadagnino se muestra tan ordinario como es habitual, lo suyo recién empieza a funcionar cuando encuentra una situación sexual o relación paterno-filial difusa, lease infidelidad, que dispara el conflicto. Hace trampa con la edad de los actores, hace trampa con el lente, hace trampa con la música fundida en el montaje. Brian De Palma también lo hacía haciendo, pero para otra cosa. Pasemos a las actuaciones: Dakota la cándida, la dulce,Tilda al borde sin voz, Ralph Fiennes insoportable. Los italianos siguen rehaciendo el suicidio de Pasolini. La decadencia del cine italiano parece que está encontrando un poco de frescura pese a todo. La escena del aeropuerto del final sólo puede asombrar a los fácil asombrables.