Thriller en el que una periodista se muda a un edificio donde un vecino la espía en Los Angeles. John Carpenter acepta un encargo televisivo y, pese a las limitaciones del medio, encuentra un personaje femenino fuerte, un juego con la percepción objetiva-subjetiva y unos guiños cinéfilos a Hitchcock. Aunque todavía no puede desprenderse de algunos vicios de esteta (algunos planos sofisticados que rompen la coherencia del punto de vista) y de guionista (el arco narrativo da una vuelta de más).