Drama en el que un maquinista de ferrocarril se enamora de una mujer y se convierte en cómplice de un crimen en Le Havre. La trama remite al film noir americano que estaba a punto de aparecer, pero el trato que le da Renoir al material es mucho más humanista porque comprende a los personajes y tiene una dimensión social mucho más marcada por el retrato que hace ambiente laboral. Destacar las escenas de viajes en el tren con la cámara en movimiento y la metáfora visual explícita del tubo que deposita agua en la fuente. Llamativas para la época.