Drama criminal en el que un ladrón vive en un asilo tratando de salir de la pobreza en París. A partir de una mirada para nada condescendiente hacia lo personajes y una puesta en escena tan estilizada como realista, Renoir deja lugar para una historia de amor simple y bella. Pero también deja ver el artificio de la adaptación de la obra teatral de Maxim Gorky. Los nombres de los personajes siguen estando en ruso y el sentido del humor distanciador se cuela con facilidad, pero sin afectar el desarrollo dramático de la historia.