Policial en el que un detective investiga un asesinato en un paraje aislado a las afueras de París durante una larga noche. Renoir aprovecha la ambientación, la niebla, el silencio, la quietud de la noche, los tiempos muertos, las esperas y los personajes ambiguos para crear un constante clima de extraño en el que la identidad del asesino se diluye.