Secuela de Hellboy (2004) en la que unas criaturas míticas entran en guerra con los humanos. Después del éxito de El laberinto del Fauno (2006), Del Toro vuelve a Hollywood y a su personaje favorito con otro delicioso film de serie B. La puesta en escena es vibrante, el sentido del humor auténtico y la concepción de lo monstruoso adecuada (puede encontrar la belleza en la deformidad). Si bien los vaivenes sentimentales de los personajes, el discurso pacifista y la proliferación de efectos especiales marcan las limitaciones del concepto de la historia, no se puede negar poder de algunas set pieces como el ataque masivo de los bichos, la aparición del monstruo gigante o la batalla con el ejército dorado en la que los planos y el montaje siempre siguen la acción. Incluso se da la libertad de incluir canciones de Barry Mandilow o Travis para ampliar el reportorio musical pop. A la espera de mejores proyectos, Del Toro cuida su criatura de la estupidez habitual de Hollywood.