Mezcla de cuento de terror, melodrama bélico y fábula fantástica en el que una niña aficionada a los cuentos de hadas es enviada con su madre enferma a la casa de su padrastro militar en el norte de España en 1944. Más allá de la hibridación genérica, el film es una apuesta por maravilloso pocas veces vista el cine contemporáneos. Con sólo 42 años y seis films atrás Del Toro se confirma como uno de los grandes directores del cine fantástico actual (Cronenberg, Lynch, Miyazaki). El film logra conjugar la belleza de las formas y la fluidez del relato hasta desestabilizar el eje dramático convencional. Para empezar, las transiciones entre el mundo real y el de fantasía se dan con naturalidad, los militares franquistas no son simples caricaturas, el drama de la resistencia está expuesto con concisión y la niña Ivana Baquero parece hecha a medida del papel. Si a eso sumamos una violencia que no escatima artesanales detalles, una mirada al horror es propia de la escuela italiana, una ejemplar secuencia de terror como la del banquete y el hecho de que rehúsa categóricamente al happy end, tenemos como resultado una obra maestra incuestionable, a la altura de los mejores films de la década de 2000. Del Toro mejora su anterior film realizado en España.