Secuela de Phantasm (1979) en la que un grupo de jóvenes con poderes psíquicos se enfrenta a un ladrón de cadáveres con la apariencia de la muerte en California. El film está repleto de sustos, alucinaciones y sangre. La ambientación en los cementerios y los pueblos fantasma de California es un punto fuerte. El problema viene con el retrato de los personajes y la artificialidad de algunas situaciones. Lo mejor son los últimos 15 minutos con un portal al infierno y un final engañoso.