Giallo en el que un policía ayuda a mujer a buscar a su hermana secuestrada por un psicópata en Torino. Argento aprovecha la buena recepción de sus capítulos para la serie Masters of Horror (2005-2007) para regresar al terreno que mejor domina (el giallo) con el auspicio de una pareja de jóvenes guionistas americanos (Jim Agnew y Sean Keller) y el apoyo de un actor de prestigio (Adrien Brody). Aunque no deja de ser una operación de reciclaje, esta vez viene acompañada de algunos cambios para nada despreciables. La principal variante es que ya no le interesa jugar con la identidad del asesino durante todo el relato. Por lo que a mitad de camino muestra su rostro (deformado) y queda develado el misterio. De esta forma, Argento puede sacar provecho visual del nuevo escenario al dotar de cierta presencia afectiva al accionar del asesino. Del mismo modo que el tempo narrativo, las situaciones y vueltas de la trama se asemejan más a sus primeros giallos que a los de sus últimos subproductos.