Drama en el que dos madres de asesinos condenados se mudan a Los Angeles para abrir una academia de baile para niñas en la década de 1930. Curtis Harrington bordea un subgénero del cine de terror de la década de 1960, el de las divas de Hollywood desquiciadas, y lo lleva a su terreno, el de la transparencia narrativa y la belleza poética de las imágenes. De esta forma la fotografía en tonos dorados, la presencia de un profesor de dicción extravagante y la cena con un millonario van creando una atmósfera de inquietud que el clímax aprovecha.