Tragedia en la que una mujer es abandonada por su esposo y desterrada por un rey en la antigua Grecia. Pasolini hace una versión exuberante de la tragedia de Eurípides. El impresionante despliegue de paisajes, colores y rituales de la antigüedad mantienen al espectador en una especie de trance. Cuando se desata el drama y la tragedia, Pasolini se muestra en pleno uso de facultades. Su puesta en escena mezcla intuición y contención. Esta versión es mucho más bella y coherente que las de Von Trier o Ripstein.