Comedia dramática en la que una orquesta ensaya mientras llega un equipo de filmación para hacer un documental en Roma. Lo que comienza como un paseo por los clowns fellinianos se transforma en una tragicomedia sobre la lucha de clases y termina casi en relato fantástico. Todo esto con una línea argumental bastante tenue y sin que la acción salga en ningún momento de la capilla donde los músicos ensayan. A veces las imágenes transparentes de Fellini se aprecian mejor en los pequeños proyectos.