Drama criminal en el que un obrero es engañado con un billete falso que lo lleva a la ruina en Francia. Al igual que Le diable probablement (1977), Bresson lleva a límites extremos su crítica al capitalismo. El film está repleto de pequeños detalles en la planificación y en la forma de relacionar los objetos. Tal vez requiere más de una visión. La matanza del final es lo más cerca que Bresson estuvo del cine de terror. Los saltos temporales del montaje y la desesperación del perro resultan perturbadores.