Comedia en la que un agente de seguros planea una estafa en Los Angeles para que sus hijos trillizos puedan ir a la universidad de Yale. Si bien está claro que Cassavetes asume un encargo, que está muy fuera de su terreno y que (tal vez) no sospechaba que iba a ser su último film, aún así se puede disfrutar de las actuaciones over-the-top, de cierto toque italiano del humor y de las situaciones absurdas. A Cassavetes poco le importa parodiar la dinámica del policial negro o respetar la planificación abierta de la comedia (pero tampoco evitar el despropósito de la resolución).