Comedia dramática en la que un escritor mujeriego recibe la visita de su hermana recién divorciada en su casa de Los Angeles. Da la impresión que cuando Cassavetes se vuelve más decadente en cuanto al alcoholismo, a los años que pasan y a la crueldad hacia los hijos, más lúcido se vuelve para tratar el amor, la locura y la familia, temas que se hacen inseparables. El film va sin escalas de lo tragicómico (las valijas de Gena Rowlands a su vuelta de Europa, la compra de mascotas) a lo perturbador (el protagonista deja solo a su hijo en un hotel, los ataques de ella), pero sin perder la ternura de fondo. La casa del protagonista se vacía y se llena constantemente. Convirtiéndose así la película en un espectáculo donde todo puede suceder. En ese sentido los sueños de reconciliación la hermana con su familia se integran naturalmente a la historia. Su búsqueda del amor la llevan al borde del abismo. Pero como dice en un momento: “El amor es una corriente. Es continuo. No se detiene.”