Drama criminal en el que el dueño de un cabaret debe pagar una deuda matando a un apostador en Los Angeles. Entre las sombras del bajo mundo, las deudas del juego, la mafia, la música y el striptease, Cassavetes encuentra el equilibrio perfecto del estudio de personaje y la dinámica del cine de género. A fin de cuentas el film es un testimonio de la decadencia y de la libertad, en el que ya es imposible distinguir una de otra.