Comedia dramática en la que un chico y una chica de 12 años se fugan juntos de un campamento en un pueblo de una isla de New England en la década de 1960. Luego de su incursión en la animación con Fantastic Mr. Fox (2009), Wes Anderson regresa a sus historias de amor y a sus personajes habituales. El dominio formal pleno y acabado de la utilización de la música, de las composiciones simétricas, de la fotografía de 16mm, del color y de la inclusión del narrador adquiere en este caso pinceladas surreales, de cartoon y góticas. Si ahora el planteo es más directo en cuanto a la historia de un primer amor, a la ambientación en la década de 1960 y a los adultos en crisis, el trasfondo es el mismo (intelectual, melancólico, triste). Recursos como el insert de imágenes de cartoon y la curva de la acción que se deforma están plenamente amoldados al conflicto y a la tensión. Anderson se confirma como uno de los pocos autores del cine americano contemporáneo. Las acusaciones de simple manierista ya son ridículas.