Drama criminal en el que un joven rebelde intenta escapar de un pequeño pueblo de California en la década de 1950. Rodriguez erra el camino en la actualización de los films de delincuencia juvenil de la década de 1950. Abusa de los primeros planos, pone el foco en lo individual no en lo grupal y , David Arquette es una pésima elección como protagonista. Poco importa la cinefilia. Su película no es ni una parodia ni un homenaje. Rodriguez es un director con un talento ilimitado, pero en un terreno muy limitado (que precisamente no es el de este film). Sólo para destacar la escena en la que el protagonista quema el pelo de la novia de su rival. Es el único momento auténticamente delirante.