Comedia dramática en el que un gerente de marketing de una cadena de comida rápida de California investiga el origen de la carne se utiliza en sus productos en Colorado y Texas. Linklater se mete en un terreno comprometido, ya sea el film de denuncia, la sátira política o el relato de historias paralelas. Si bien no se puede negar su inteligencia para resolver dificultades ideológicas y narrativas, el film queda a mitad de camino. Porque la luminosidad de la fotografía, la presencia de Greg Kinnear como protagonista y el intento de comprender a todos los personajes, termina haciendo a la película demasiada liviana e irónica. El principal inconveniente del film es que utiliza al protagonista como un inocente ejemplo de la opinión pública que se escandaliza por lo que ya sabe que va a descubrir. Sí hay un contacto con lo real, ya sea en las historias de los inmigrantes mexicanos que cruzan la frontera en busca de un mejor futuro o en los estudiantes que toman conciencia del problema. Cierto es que no ahorra detalles en la descripción de la sobreexplotación capitalista siempre en busca de mayor producción y rapidez: los procesos inhumanos de “fabricación” de la carne, las inmigraciones en la frontera, la hipocresía de las empresas y las “nuevas” formas de prostitución. Pero a fin de cuentas, el film no dice nada que no se sepa aunque algunos no lo quieran saber. Una pequeña reacción, ya sea la toma de conocimiento o la protesta ecológica, parece una respuesta demasiado conformista. Tal vez no sea más que el signo de los tiempos, pero así no logra cambiar nada. En definitiva el éxito en Hollywood a Linklater le abrió muchas puertas, pero tal vez no las indicadas.