Comedia dramática en la que una bailarina de New York cambia constantemente de departamento. Baumbach vuelve a colaborar con Greta Gerwig (esta vez en doble función de protagonista y coguionista), adopta la fotografía en blanco y negro y se suma a la corriente de leve naturalismo del mumblecore. El resultado es mucho más estimulante que los trabajos de Bujalski, Swanberg y compañía. Gerwig se enfrenta a su papel más complejo y demandante. Su personaje sufre una decepción tras otra y, como Guiletta Massina en los films de Fellini, las asume siempre con una mezcla de humor y resignación. Pero Baumbach, en vez de deslizarse en la pendiente naturalista, se detiene justo antes de caer y se inventa una resolución de los conflictos que desmerece el camino recorrido.