Comedia romántica en la que maestro sustituto se obsesiona con los ex novios de su pareja en New York. Cuando pensábamos que estábamos en presencia de la enésima comedia romántica sobre neoyorquinos neuróticos psicoanalizados a la Woody Allen, Baumbach se afirma en sus personajes, en la inteligencia del guión, en el constante juego de representación y en una planificación sencilla pero efectiva. Como resultado tenemos una brillante película que desde su planteo simple y directo logra hablar sobre el amor, la pareja y las inseguridades de unos personajes todavía jóvenes. Los celos del protagonista son de una particular tipología. No le importa tanto las infidelidades de su novia, sino sus anteriores parejas. Por eso cuando conoce a uno de sus ex novios, un joven escritor que acaba de publicar su primer libro, no duda en hacerse pasar por otro para participar de sus mismas sesiones de terapia grupal. De allí el principal motor del film que se presta a múltiples posibilidades. Destacar la capacidad de Baumbach para dibujar a sus personajes, especialmente los secundarios, que no caen en el mero estereotipo y para el uso de la síntesis en las breves escenas del protagonista dando clase en la escuela secundaria. La referencia cinéfila a Renoir y La règle du jeu (1939) es capital y con ella comienza el film. La presencia de Peter Bogdanovich también es significativa.