Documental en el que el comediante Dave Chappelle organiza un recital en una cuadra en New York. Gondry se pone al servicio de la comunidad negra, de las estrellas de hip hop y de una celebridad televisiva. La receta no le puede fallar. Entre los preparativos para un recital atípico, el retrato del barrio donde se lleva a cabo, las intervenciones de stand up de Chappelle, la fotografía de Ellen Kuras en vivo, las apariciones de Erykha Badu, Kayne West y The Roots, cierta comunión entre el público y los artistas, la idea de intervención urbana y algunas fugas imprevistas (la escena con los dueños de una casa) el film tiene la libertad para ir y venir en el tiempo, para cortar las canciones sin que se afecte el resultado y para que todo suene espontáneo sin ser improvisado. Si el hip hop es una industria en sí misma, la película tiene la capacidad de darle identidad alejada a lugares comunes del gangsta y las armas. Gondry empieza a diversificar su obra aprovechando los formatos de video, el género documental y la música.