Aventura en la que un submarino nuclear ruso se dirige hacia las costas de Estados Unidos en 1984. Si bien puede agobiar un poco la parafernalia tecnológica y la gran cantidad de personajes y conflictos (provenientes de la novela de Tom Clancy), la película tiene grandes momentos y una excelente puesta en escena. El gran mérito es que no tiene secuencias de acción en sí o un villano propiamente dicho, por lo que se desarrolla con fluidez como un thriller político y una aventura escapista.