Comedia dramática en la que una compañía de taxis trata de mejorar su imagen en Washington D.C. Llega un momento en el film en que los griteríos de los personajes y la falta de argumento hacen pensar en una película de Troma, pero sin la incorrección política o el humor absurdo. El final es un deliberado intento de no hacer pensar al espectador con una trama de rescate y secuestro, aunque la persecución es divertida.