Comedia dramática en la que un escritor de teatro de New York se muda a Los Angeles para escribir un guión para el cine en 1941. La constante sensación de rareza proviene de la distancia con que los Coen miran a su personaje y la ironía con que describen su padecimiento. La trama no es más que una gigantesca broma. Pero sobre el final encuentran una imagen, la del protagonista dentro del cuadro que mira, que le da otra dimensión narrativa al film y que reflexiona sobre la idea de creación.