Thriller en el que un hombre contrata a un detective privado para que mate a su esposa infiel y a su nuevo amante en Texas. El film toma elementos del film noir y del cine de terror. Como resultado tenemos una joya del suspenso, una bomba de tiempo que combina el atractivo visual con un calculado guión. La película muestra lo difícil que es matar, sus consecuencias psicológicas y el poder shoqueante de la sangre (aunque si caer en el gore). En las tres muertes no importa demasiado la identidad del asesino, sino las vueltas de la trama. Los Coen hacen un excelente uso de una secuencia de pesadilla (no sólo un susto barato) y del sentido del humor (a retener el final).