Comedia de once episodios de personas que se juntan a conversar en un bar mientras toman café y fuman cigarrillos en Estados Unidos. El film es una recopilación de una serie de cortometrajes de Jim Jarmusch filmada entre 1986 y 1993 (más otros nuevos filmados especialmente para la ocasión) en la que se pasean sus actores habituales y que, si bien no agrega demasiado, resulta representativa de su estilo. Los mejores episodios son el tercero (Iggy Pop y Tom Waits se encuentran no saben cómo en un bar perdido), el séptimo (Cate Blanchett se ve con su prima envidiosa), el noveno (Alfred Molina y Steve Coogan se citan en Los Angeles) y el décimo (dos raperos se encuentran con Bill Murray de incógnito). Los peores, el segundo (dos hermanos gemelos negros de visita en Memphis), el cuarto (dos hermanos italoamericanos discuten) y el octavo (dos hermanos prueban un aparato de sonido). Después tenemos el primero (dos desconocidos que ni siquiera hablan el mismo idioma), el quinto (un mozo molesta a una mujer que quiere leer una revista), el sexto (dos amigos negros que se juntan después de mucho tiempo) y el undécimo (dos viejos se lamentan del tiempo perdido) que no merecen mayores comentarios. La película por un lado habla del fin de los relatos, de la incapacidad de las personas para comunicarse y de ciertas costumbres perdidas (el café como lugar de debate) y, por otro, hace un retrato poco complaciente de las celebridades, igual de mezquinos, cholulos y egoístas que sus admiradores. Todo revestido por la estética melancólica, relajada y casi surreal de su director.