Comedia policial en la que tres delincuentes encerrados en una prisión planean escapar en Louisiana. La película es una auténtica caja de sorpresa: el arranque captura las posturas del cine negro, después parodia al cine carcelario, la fuga está resuelta con una elipsis y luego los personajes quedan perdidos en un bosque y un pantano. Lamentablemente la resolución no es tan inspirada. Si bien esta vez la puesta en escena de Jarmusch necesita más del corte directo, mantiene los largos planos secuencia. Sobre todo se destaca la simpleza del humor y la excelente utilización de la música de John Lurie y Tom Waits.