Thriller en el que un estudiante de medicina forense encuentra la cabeza de un cadáver en su valija en un viaje en tren de Alemania a Paris. Desplechin entra de lleno en el policial anti detectivesco y en la introspección en la mente del protagonista, pero desde una nueva perspectiva histórica: el fin de la guerra fría y la reciente caída del bloque de la Unión Soviética. Si tal vez la puesta en escena es un poco fría, calculada y le falta un poco de pimienta a la historia policial, el film se convierte casi sin proponérselo en un vocero de la generación del vacío de memoria.