Mezcla de policial y melodrama en la que el dueño de una compañía de tabaco francés se casa con una mujer que conoció por correo, pero que no es quién dice ser. Truffaut realiza una historia de amor enfermiza y dolorosa en la que la progresión de las acciones pone de manifiesto los más oscuros sentimientos. La resolución es impactante, no por la muerte en sí, sino por el acto de amor. Nos encontramos ante otro estudio de la pasión por parte de Truffaut. Pero ante una pasión absolutamente irracional, ya que el protagonista sabe que su amada le mintió, lo engañó y lo estafó, pero aún así no deja de amarla. Ella, interpretada con la habitual belleza y frialdad de Catherine Deneuve, representa esa mujer perversa, criminal y vengativa que ya se insinuaba en Jules et Jim (1962).