Drama en el que una mujer cree que se reencuentra años después con su torturador durante la dictadura en una casa alejada en un país sudamericano. Pese a ciertas concesiones a los convencionalismos del thriller y de la violencia, el film nunca pierde la tensión que desprenden las imágenes. Con sólo tres personajes la película se vuelve un poco esquemática, pero igualmente hace un excelente uso de los espacios reducidos del decorado y del humor para descargar tensiones. En la resolución se pierde todo tipo de ambigüedad y no materializa el típico final de Polanski.