Drama en el que un matrimonio inglés conoce a una pareja de pasado conflictivo en un crucero en el Mar Mediterráneo. La película se sostiene en los tumultuosos flashbacks que narran la historia de amor, odio y perversión de esa pareja. De allí que la historia en el barco pierda peso. Pese a que a que Polanski muestra destreza para manejar la cámara en los estrechos pasillos del barco, lucha contra el personaje difícil que debe interpretar Emmanuelle Seigner (a Hugh Grant no le vamos a pedir nada). No hay que confundir la resolución con moralista o políticamente correcta.