Drama en el que una pareja recoge a un joven para pasar el domingo en un velero en el Mar Báltico. A través de situaciones normales y de simples miradas entre los personajes, Roman Polanski va construyendo una progresiva atmósfera de violencia implícita y tensión sexual. La película es un ejercicio visual y narrativo acorde con las nuevas olas del cine europeo de la época.