Drama en el que una mujer pierde a su hijo, intenta suicidarse y se dedica a ayudar a los pobres en Roma. Roberto Rossellini traza un puente entre el neorrealismo, la posguerra, la burguesía, el cristianismo y el marxismo. La infalibilidad de su método se sostiene en la captura del gesto, de la mirada y del momento de la revelación. El peso de los cuerpos y el dolor se hace patente en los desplazamientos. Y la “iluminación” bordea la locura y el terror.