Documental sobre la situación de Checoslovaquia después de las revueltas de 1968. El film es un ejercicio de cine revolucionario, de teoría y práctica, de imagen y sonido, que encuentra en la realidad la negación de sus supuestos. En el recuerdo queda el narrador que se niega a traducir cuando los obreros hablan de Henry Ford y la imagen en la fábrica en la que un operario ve cómo una máquina hace su trabajo.