Historia de amor de una mujer divorciada de curenta años y un adolescente de quince años amigo de su hija en Paris. Agnès Varda trata de llevar lo más lejos posible la idea del amor puro, la credibilidad del relato y la imposibilidad del sexo. La película esquiva el escándalo y la provocación fácil. A la vez ofrece algunas postales del final de la década de 1980 (las salas de video juegos, la toma de conciencia sobre el sida) con las que se puede establecer una correlación.