Drama en el que un hombre sale de prisión y visita a sus amigos en Munich y en Berlin. Wenders juega con la prolongación de los tiempos de las escenas, a la vez que transforma las ciudades en un gigantesco decorado. Rinde homenaje al rock & roll de la década de 1960 y al cine de Godard y ya da señales de su estilo (los travellings laterales). Pero llega un momento que no puede ocultar el hecho de que se trata de un film de estudiante que no se plantea ningún objetivo fuera del mecanismo que le da cabida. El protagonista, entonces, se va a los Estados Unidos.