Documental sobre un piloto alemán al servicio de la armada americana, capturado y torturado durante la guerra de Vietnam en 1965. Herzog encuentra un personaje fascinante (por su extraordinaria capacidad de comunicación), una historia de película (que Hollywood siempre ha ignorado) y unas imágenes que hablan por sí mismas (ya sea de archivo o recreadas). A partir del retrato del personaje (su casa y sus obsesiones), del recorrido al pasado (un bombardeo cuando era niño en su casa durante la segunda guerra mundial) y de la vuelta al lugar de los hechos (escenificados como en un film de ficción) logra llevar al espectador al borde del abismo sin perder la dimensión humana de la historia. Sus films giran siempre sobre el hombre y la naturaleza, la vida y la muerte, la belleza y el horror. A fin de cuentas no importa si la imagen es mencionada, mostrada o recreada cuando en sus films siempre puede ser imaginada. Herzog logra mimetizarse con sus personajes e historias. Imposible distinguirlos.
