Biopic del dramaturgo inglés Joe Orton en Londres durante la década de 1960. Lo mejor de la película es la fluidez narrativa que permite un excelente balance entre el drama y la comedia y la actuación de Alfred Molina en el papel del compañero de cuarto, amante y servidor del protagonista. Frears decide no ahondar y profundizar en la psicología y motivaciones de sus personajes o en el drama y los prejuicios hacia la homosexualidad.
