Comedia romántica y musical en la que los conflictos amorosos de una numerosa familia neoyorkina viajan a Venezia, Italia. Lo mejor de la película termina siendo, como siempre en Allen, los ingeniosos diálogos dichos casi al pasar y la fotografía que aprovecha la fotogenia de Paris, Venezia y New York. Los números musicales son variados, incluso hay uno con la presencia de fantasmas.