Comedia dramática en la que un agente de artistas debe acompañar a la amante de uno de sus representados en New York. Resulta saludable que, en este caso, los personajes de Allen son un poco más marginales que de costumbre. Lo anecdótico de la historia, una simple aventura, y la fotografía en blanco y negro (por tercera vez en su carrera), también ayuda.