Drama criminal en el que un grupo de adolescentes delincuentes sobrevive en una ciudad costera de Japón. En apenas 54 minutos Seijun Suzuki hace un retrato de la delincuencia juvenil despojado de todo sentimentalismos. Ecos de Nicholas Ray se observan en su fotografía en Scope. También hay algo de la misma veta exploitation de Larry Clark, pese a no tener tanta libertad en la exposición del sexo y la violencia. La trama final sobre el transporte de un camión repleto de dinamita pone en escena un escenario propio del thriller, pero a su vez expone las contradicciones de sus personajes.