Western espectacular en el que una pandilla de ladrones crepuscular busca dar un último golpe y se vincula con unos militares en México en 1913. El film hace uso del particular código moral de la transgresión, la culpa y la redención, que más tarde aplicarían Scorsese y Ferrara, aunque en este caso con un agradecido tono desdramatizador. Lo mejor es la batalla final, una orgía de sangre con un montaje y un tiroteo impresionantes. La secuencia es extrañamente bella. Algo jamás visto antes.