Drama en el que la joven esposa de una acaudalada familia engaña a su marido con su hijo de un anterior matrimonio en Paris. Toda la exuberancia y excentricidad visual de Vadim está al servicio de una historia simple pero compleja, superficial pero sugerente. Donde, más allá de las dificultades narrativas de Vadim, queda claro que el romanticismo que desprende la pareja de esta historia de amor cae muerto ante la herencia familiar y los grandes negocios.
Es una lástima que Vadim no pueda sacar más provecho a la novela original de Zola. El traslado a la actualidad le quita todo el retrato de la época original. La historia queda reducida a la relación casi incestuosa de la pareja protagonista, los desnudos cubiertos de Jane Fonda y su caída final ante el rechazo que sufre. Sólo Michele Piccoli, como el esposo, da un poco de dignidad al producto.