Drama en el que una pareja abierta se dedica a conquistar amantes sin compromisos en Paris. La primera adaptación de la novela de Choderlos de Laclos traslada la acción a la actualidad. Vadim toma la sabia decisión de utilizar la fotografía en blanco y negro y de descartar el formato panorámico para filmar las atemporales situaciones de la novela y consigue por momentos cierta emoción, tensión y erotismo.
La decisión de convertir a Valmont y la marquesa de Merteuil en un matrimonio no afecta mucho el desarrollo argumental de la historia, pese a que se pierde un poco el juego de seducción entre ambos. Vadim alterna escenas y planos muy al estilo de la nouvelle vague con otras en las que no puede esconder el abuso de los movimientos de cámara, la pésima dirección de actores y la obviedad del montaje. Aún así se mantiene como uno de sus films más dignos. De hecho muchas de soluciones visuales de las próximas adaptaciones de la novela (la presentación de madame de Tourvel, las cartas escritas sobre las nalgas y el primer plano acusador que cierra el film) ya están presentes en esta versión. Y el retrato del personaje de Valmont se ajusta más al original que todas las versiones angloparlantes (que siempre tratan de hacerlo más simpático o lo presentan como una víctima de las maquinaciones de la marquesa).