Drama criminal en el que un adolescente se une a una pandilla mientras los padres de su novia no la dejan verlo en Kansas City. Altman debuta en la dirección con un film sobre la delincuencia juvenil que tiene cierto refinamiento visual, un narrador edificante al principio y al final y la preferencia del jazz antes que el rock en la banda sonora. La película no esconde su simpatía por la pandilla al mostrar la hipocresía de los padres que prefieren la promiscuidad blanda a la fidelidad dura. La escena de la fiesta con alcohol es efectiva.